viernes, 6 de abril de 2012

Análisis de Silent Hill: Downpour

Vatra Games ha puesto sus mejores ases en Silent Hill: Downpour, la octava entrega de la famosa saga de terror, y a pesar de ser una productora relativamente joven, les ha quedado un muy buen resultado.
Los cambios, los nuevos tiempos y la evolución han afectado de forma drástica a la saga, pero Downpour ha hecho un pequeño acercamiento a los clásicos, pero sin mojarse demasiado. Sus creadores ya lo advirtieron: “Silent Hill: Downpour tiene cierto parecido a Silent Hill 2”, y a pesar de haber recibido duras críticas por algunos medios profesionales, ha sido todo un éxito para los jugadores. Muchos lo han llamado “el hijo bastardo de Silent Hill 4 y Shattered Memories” y con razón; ambos juegos tuvieron una gran acogida, a pesar de no estar a la altura de las expectativas. En resumen: Silent Hill: Downpour es la cornucopia que reúne Silent Hill 2, The Room y Shattered Memories.


Silent Hill: Downpour comienza con Murphy Pendleton, un presidario que va a ser trasladado de prisión por su mala conducta. Pero en el trayecto a su nuevo “hogar”, el autobús de trasporte sufre un accidente, y nuestro protagonista se ve cada vez más inmerso en el mundo de Silent Hill. A pesar de pequeños guiños a sus antecesores, Silent Hill: Downpour marca un nuevo ritmo tanto en el desarrollo gráfico, jugable y sonoro como en la relación de personajes.


Gráficos:
A pesar de ser uno de los elementos de menos importancia para los fans, el apartado gráfico de Downpour es bastante bueno, pero sin rozar la perfección. Caídas a la hora de cargar el escenario y texturas de mala calidad son algunos de los fallos más notables; pero se compensa con el buen uso de la iluminación y las heridas de Murphy. 




La recreación de la lluvia también es un apartado importante; con una recreación sobresaliente. Buena recreación también de la niebla y de las sombras.


Jugabilidad:
Uno de los aspectos más discutidos del juego. Controles sencillos y cómodos a la hora de explorar, complicados y enrevesados a la hora de luchar. ¿Fallo de Vatra Games o una clara intención de que sea así? De Silent Hill: Downpour se sabe desde el principio que no es un juego destinado a la lucha, si no a la huida. Solo hace falta encontrarte delante de un grupo de 3 enemigos. Podrás matar a uno de ellos, pero el arma se te romperá y los otros dos irán a por ti una vez que estés indefenso. ¿Aún sigues pensando que es un fallo? 




Buenos momentos de tensión, leve regreso al sentimiento de claustrofobia, y sustos inesperados. 


Banda sonora:
Siempre que se habla de Silent Hill y su banda sonora, es necesaria una mención especial a Akira Yamaoka. 




Esta nueva entrega, como era de suponer, no es capaz de igualar la obra de Yamaoka,  pero Konami puede sentirse orgulloso porque les ha quedado un buen ambiente musical de manos de Dan Licht. Tampoco sobresaliente, pero de muy buena calidad.


Diversión:
Todos los Silent Hill, tenga o no buena crítica, ofrecen gran diversión y entretenimiento, y Downpour no es lo contrario. 




El argumento y guión enganchan de principio a fin. Peca de poca variedad de enemigos, algo que le quita entretenimiento e innovación en el desarrollo, pero aún así se puede convivir con ello a la perfección.


Gráficos: 8,1
Jugabilidad: 8,4
Banda sonora: 8,8
Diversión: 8,9


NOTA FINAL: 8,55

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